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jueves, marzo 23, 2006

trans-pi-ra-lo

preparando los motores para el parto.
lo ultimo que falta es la postproduccion de sonido, la capa que (a)parece invisible. y ahi está.
mañana comenzamos a trabajar en ella y con ello todo lo que es estructura queda fijado, ya no más juego, elucubración ni barajar los signos de que esto nos falta ni qué sirve aquí en relación a esto de más allá. fijado. como el fijador de las fotos o el del pelo. bueno más el de foto que el de pelo.
aunque un poco como el de pelo, ya que en el sonido aparece el halo del ambiente, el espiritu diria alguno, yo por ejemplo. cuando los que tienen suficiente pelo como para peinarselo (los que me han visto saben que no es que me falte pelo sino que regularmente hago que me falte) se peinan, actividad común y casi sin significado, excepto por que en sus caras aparece un halo, una aureola, claro como la de los santos, pero despeinada. eso es como el ambiente, el espiritu de la cara durante las horas que dure ese peinado y "en tanto y cuanto" vaya el mismo siendo modificando via viento, manoseo, gorro o peineta.
mañana llega el estilista de sonido a peinar lo que caoticamente (si, el querido caos) hicimos crecer y queremos que la gente lo vea peinadito, que pase al frente a recibir su diploma de graduación y arroje el gorro con forma de dvd al infinito y más allá.
agradezco cada vez que alguien, por el motivo que sea, al cruzarse conmigo en una conversación técnica se dispone como en una cancha de tenis y cada golpe lo devuelve con la misma intensidad y sentido del juego. ese juego que es tan serio como cuando estas involucrado hasta el sudor (única cosa que es imposible de actuar o mentir, única cosa en la que creo cartesianamente .. bueno, quizás algunas risas, pero esas son más puntuales).
juro que me gustaba ser niño. hablar de las bicis con los amigos con quienes corría, saltábamos y caíamos juntos, o por lo menos parecido. que cada cicatriz era un orgullo porque era un certificado de lección de física aprendida y que cada calcomanía nueva era un trozo más de personalidad.
primero con rueda al lado, luego sin ella, pasar al vértigo de la mediapista y llegar a la madurez adolescente arriba de una bmx. y si era shimano la hacias toda.
no alcance a tener una shimano completa, pero tenia algunas partes, como los frenos y un par de calcomanías que para el caso era suficiente para saltar más alto y correr más rápido. más que uno. más que uno el día anterior.
más que los cabros de la otra cuadra. pero esos no eran gente, eran los pueblos bárbaros. y ante ellos cualquier brutal despliegue de poder era necesario, partiendo por la carta adosada a los rayos de forma que al andar la rueda sonara como moto, bueno yo creia que sonaba como moto... y muchos más asi que tanto.. tanto que un avispado cachó que si ponía plástico en vez de cartón sonaba mucho más fuerte. el mismo pajarraco aparecía al día siguiente con una tarjeta de crédito puesta en su rueda.
cuando me vi poniendo el carnet de identidad en la rueda me dí cuenta que algo era diferente y que burlar a la física sobre la bici no era donde acababa la cosa.
todos los días volvería a esa cancha de saltos en el desierto, en las afueras de Calama, o esa que quedaba en la boca del valle de Azapa en Arica. veo las veces me caí. LA imagen recuerdo que tengo de eso en mi mente son las rodillas ensangrentadas, una y otra vez. siempre volviendo al dia siguiente.
Recuerdo una vez que iba a saltar y al despegar me solté del manubrio y la bici siguió por delante de mí. mientras la veía irse atiné a agarrar el asiento y así caímos juntos. por una mala buena fortuna la bici mantuvo el equilibrio, junto conmigo, y seguimos media cuadra más allá, ella rodando sobre sus ruedas y yo estilo esqui acuático pero con las rodillas contra el pavimento.
ahi recuerdo la imagen de la tina y el agua corriendo con una mezcla de sangre y una povidona que en vez de tener color povidona -ese rojo oxidado- era amarilla, algun sucedaneo tipo bialcol de la epoca.
Otra vez, ya en stgo, iba por mosqueto impresionando chiquillas con mi bici metálica (...) y veo una subida de esas de acera y pienso allá voy a saltar por sobre la señora... no quiero escuchar comentarios, cuando uno va a saltar va a saltar, fin. bueno voy por sobre la señora a la cual obviamente no le pasé ni por la cintura, cuando a medio camino en el aire se me acaba el impulso y al suelo. todo mi cuerpo incluida la bici encima de mi mano derecha. esto creo que lo escribo para verlo cuando viejo, porque desde ese día, dos años atrás, que tengo un dolor recurrente en esa mano y no es sólo con el frío, mientras ahora escribo la mano me alega.
Bueno, me levanto revisando los lugares sangrantes y se acerca una señora a ofrecerme ayuda. mijito que le pasó y yo con el mismo impulso le tiro mi sonrisa más socarrona pero señora no me va a ayudar usted. termino de decirlo y me viene todo el dolor repartido, veo que me rompi el pantalon, la mano con sangre, todo el show. ah y la rueda doblada. peor que atropellado.
ahi me fui a sentar a la vereda a meditar refunfuñando. maldito newton.